Primera joven aymara se va a EE.UU. para hacer una maestría
Se irá en junio por un añoa estudiar Lenguas Nativo Americanas y Lingüística.

La Paz, 22 de abril de 2022 (PR).- Mery Mamani Mamani es una joven aymara que nació en la comunidad altiplánica de Villandrani (carretera a Copacabana) de la ciudad de La Paz, es licenciada en lingüística de la Universidad Privada de El Alto (UPEA); habla tres idiomas, aymara, castellano e inglés. El año 2021 aplicó para hacer una maestría en lingüística en Estados Unidos y fue aceptada en la Universidad de Arizona por tanto es la primera mujer indígena que comenzará a estudiar en el exterior.
“Este proceso empezó desde el año pasado es muy largo (el trámite) pero gracias a la universidad del país del norte viajaré el próximo mes de junio a perfeccionar mis estudios en la lengua aymara” dijo la joven de 26 años de edad.
Ella no va detrás de modelos en su vida, hace su propio camino y, dice, se siente bendecida. “Tuve la oportunidad de estudiar, tuve la oportunidad de hacer un gran recorrido en mi vida y en la universidad y ahora está el viaje, para mí todo esto es muy importante”.
En ese contexto, Mery menciona que no sigue modelos, pero sí admira a las mujeres aymaras. “Nosotras aún seguimos siendo relegadas por más que digan que todos somos iguales en derechos. Hay personas que aún creen que la mujer debe dedicarse exclusivamente a cosas del hogar, a los hijos, a la cocina y esas cosas. Hoy en día vemos que las mujeres no solamente se dedican a las labores domésticas sino que también se dedican a la construcción, a la conducción y a otras actividades que en el pasado eran exclusivas de los hombres”, sostuvo.
La familia de Mery está conformada por su mamá, María Macías de Mamani, su papá José Mamani Cauna, el hermano mayor es Rubén y la hermana menor Marina; durante sus años de escuela tenían seis vacas, seis ovejas, dos chanchos y varias gallinas.
Recuerda que antes de ir al colegio ella y sus hermanos: “Teníamos nuestros deberes; antes de ir al colegio yo me encargaba de las vacas, recogía la bosta, ayudaba a ordeñar, limpiaba… ése era mi deber y luego me iba”, explica con una voz suave. En sus ratos libres cumplía con sus labores escolares, las cuales jamás fueron una dificultad para ella.
La vida de Mery fue abundante en respeto y unión familiar. Además resultó ser muy estudiosa. Al salir bachiller sus padres la animaron a seguir por el camino del conocimiento. Fue entonces que decidió seguir la carrera de Lingüística en la (UPEA). “Estando en la universidad también he ayudado a mis padres segando la cebada, escarbando la papa, haciendo chuño, pisando chuño”, relata la joven.
Su periodo universitario fue muy tranquilo en el ámbito académico; ella aprobó su carrera con un promedio de 82 puntos sobre 100. Actualmente no tiene un trabajo estable, tiene varios y hace traducciones: “Hasta el momento me he dedicado a hacer diferentes cosas, pero un poquito más me he ido por lo que es la enseñanza del idioma aymara, he trabajado en pequeños y grandes institutos, luego en junio iré por un año hacer maestría en Lenguas Nativo Americanas y Lingüística y retornaré a Bolivia”, comenta la joven lingüista.
Concluye la entrevista dando el mensaje a los jóvenes de toda Bolivia respecto a que nunca dejen de soñar “porque soñar no cuesta nada y tampoco dejen que nadie les corten las alas y que el secreto para el triunfo es que se esfuercen, que sean constantes para alcanzar lo que se proponen”, afirma Mery Mamani.
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